¿Un desahogo? Tal vez. Pero si es un deseo de comunicar, de llegar hasta muchos nuevos amigos.
La escritura me ha acompañado durante años. Ha sido un ejercicio desde el saber humilde, provincial, comarcal. El conocimiento brindado por lecturas venidas desde diversos confines. Y por escrituras, que al fin y al cabo el génesis es leer y escribir, ese binomio verbal que ha soportado lo hecho por el hombre en el transcurrir de los siglos.
Desde aquí, desde esta página abierta, busco mi ingreso a una sociedad virtual, como miembro activo en el intercambio del conocimiento. Mi ciudad, Trujillo de Venezuela; urbe y civitas de toda mi existencia, será el puntal de este proyecto.
El nombre de la página es columnas de medina, una leve rama desprendida de aquel nombre bellista, Repertorio Americano, luminosidad periodística eternizada en la cultura desde el siglo XIX.
De mi escuela primaria recuerdo, del Cuatro Grado concretamente, el primer mural llamado “De Todo un Poco”. Hoy, a años luz de distancia, digo que mi Repertorio será eso también: De Todo un Poco, un esfuerzo de realización desde la historia regional y local trujillanas, asuntos de lenguaje gramatical, pequeños temas y textos literarios, tradiciones y costumbres, un poquito de ecología y misceláneas. Quiero sacar a la luz una escritura cuantitativa guardada en anaqueles.
En mi primera aventura conté con la imponderable ayuda del comunicólogo Luis E. Bastidas, a quien agradezco su generosa aportación.